martes, 12 de abril de 2011

Seguiré adelante.

Voy a seguir dando mucho amor, aunque otras personas siembren odio.
Voy a seguir construyendo alrededor mío, aún cuando otros destruyan.
Voy a seguir iluminando el camino, aún en medio de la oscuridad total.


Y, seguiré sembrando, aunque otras personas pisen la cosecha.
Y, seguiré gritando al viento y al mundo, aún cuanto otros callen.

Y, dibujaré muchas sonrisas, en algunos rostros con lágrimas.
Y, regalaré motivos de alegría, donde vea y haya tristezas.

Invitaré a caminar a cualquiera que decidió por su cuenta quedarse en un sitio, y levantaré los brazos a los que se han rendido, y no tienen ninguna esperanza.

Por algún lado saldrá brillante el sol matutino, y en medio del desierto árido crecerá una planta, llena de flores y de frutos.

Pero...si algún día ves que no sigo al lado tuyo, ya no sonrío ó callo, sólo acércate, abrázame y dame un beso, un abrazo ó simplemente regálame una sonrisa. Son esas cosas simples las que nunca se olvidan.

Con eso será suficiente, seguramente ya habrá pasado la tormenta que la vida me abofeteó horriblemente, y me sorprendió infraganti por un segundo.

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